6 de abril de 2012

Diez minutos consecutivos

Son las nueve con veintidos; me percate de que tengo cabeza,
me duele como si alguien  me halara del cabello para recordarme que estoy viva.

nueve con veintitres; recuero caminar bajo el sol
y como camine, tanto que la calle se agotó, un camino de nada.

nueve con veinticinco; y pienso en él...
que facil pensar en el cuando lo siento conmigo
un año y cuatros meses de sentirlo aca,
un año y resto de que exista algo

nueve con veintiseis,  las libelulas que vi,
el cuervo no recuerda que son hadas, tipico,
el nunca recuerda nada, ¿o será que yo recuerdo todo?

nueve con veintisiete.... desearia un minuto en blanco
solo eso, dejar de sentir la cabeza, dejar de recordar,
dejar de pensar.

nueve con veintiocho... no lo logré;
así que pienso en mis discusiones con el niño hombre
¿o era un hombre niño?
cuando hay música de por medio dejamos de discutir
¿será que el mito de las bestias es cierto?

nueve con treinta y ahora un minuto más
avanzando en pensamientos y mares de ideas
otro minuto y pienso, uno más...
y recuerdo que estoy aquí.

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