30 de mayo de 2011

Ctrl + alt + supr

Extraño tus caprichos de media noche con sabanas simétricas,
tantas historias que el viento se llevo para contarlas a otros mundos.

Casi olvido tus palabras hirientes sobre como no era perfecta,
pero conservo mis ataques en defensa propia,
disparos de verdades crueles
que asesinaban lo que sentía por vos

¿Tanto de todo, para qué?
si de igual manera me derretía en tus brazos
y le donaba rosas baratas a tu recuerdo de esquinas.

Hasta el cansancio morí, hasta la fatiga asesinaste egos y patrañas,
todo por trancescender hacia la nada,
sacrificios por un poco de iluminación; por ser un árbol viejo
con raíces aferradas a una tierra en la que no estoy.


2 comentarios:

  1. como si eliminándo a alguien de la lista de contactos pudiera desaparecer de la faz de la tierra...
    buen poema, me llegó...

    ResponderEliminar