Hay días en los que simplemente desearía que las noches se extendieran y tuvieran millones de horas para poder dormir mas, o tal vez para tan solo poder dormir mejor.
Y de repente, toca abrir los ojos porque una luz molesta nos ilumina la cara, una luz que promete problemas, malas noticias y un poco de desesperanza, toca abrir los ojos a un mundo enfermo y cansado que ya no tiene fuerzas para iluminar mejor.
En esos momentos es cuando mas te necesito, y cuando menos estas aquí, porque todos estamos cansados, y a veces el peso del mundo parece traer unos cuantos kilos extras para así no dejarnos avanzar de manera fluida o de pronto solo de manera regular, a cambio tenemos que movernos lentamente aguantando en los hombros un globo gigante azul lleno de piedras y agonía.
Estoy a dos días de un año menos, o uno más como lo quieran ver... de pronto soy pesimista y quiero ver menos agua en el vaso que esta al a mitad, pero nadie se preocupa por llenar el vaso, tampoco por vaciarlo, simplemente dejan que se evapore sola con el tiempo, con los años, que se vuelva insípida y turbia.
Así me siento hoy, insipida y turbia, desorientada de mi cauce, con sueños cada vez mas estancados e imposibles...
Al final del día son tres pastillas las que me venden sueños y de pronto una que otra esperanza.